1. ¿ES CIERTO QUE A ALGUNAS PERSONAS LES RESULTA DIFÍCIL DECIR QUE “NO” A ALGO Y LUEGO LES CREA PROBLEMAS?
Si, en algunas ocasiones llegan a meterse en verdaderos compromisos o líos que no les interesan en absoluto y hubiera sido más fácil decir que “no”, simplemente.
Si le cuesta decir que “no”, es probable que se encuentre a menudo haciendo cosas que preferiría no hacer.Esta situación acaba provocando con el tiempo una acumulación de frustración y resentimiento hacia los demás llegando a estropear las amistades y las relaciones.
Acceder a las peticiones de los demás cuando preferiría negarse provoca estrés y tensiones en su organismo como p.ej: dolores de cabeza, insomnio,etc.
Pues porque uno no puede vivir pendiente de las presiones y exigencias de los demás, uno debe sentirse libre para elegir y sólo así sentirse a gusto y en paz consigo mismo. Si uno hace lo contrario de lo que desea hacer evidentemente no tiene mucha paz interior como persona y se siente mal consigo mismo.
Decir “no” es tomar las riendas de la propia vida y de tu tiempo. Además decir que “no” de forma directa y abierta contribuye a mejorar la seguridad en uno mismo y también en las relaciones. Evidentemente uno se siente más a gusto en una relación en la que sabe que puede negarse y que no pasa nada, el otro respeta tu decisión.
3, ¿POR QUÉ MOTIVOS LES SUELE COSTAR A ALGUNAS PERSONAS NEGARSE?
La mayor parte de estas personas quieren ser “buenas personas” y desean como objetivo casi prioritario de su vida ser queridos y caer bien a los demás. Suelen tener una serie de creencias como por ejemplo:
- “La gente buena hace cosas por los demás”
- “Negarse es ser egoísta y de mala educación”
- “Los demás son más importantes que yo, no me puedo negar”
- “Si les digo que “no” se molestarán, se enfadarán y dejaré de caerles bien”
- “Necesito que los demás me necesiten, estar ocupado, así me siento importante”
No hemos de pensar que estas personas son tontas o manejables sino que por aprendizaje, generalmente familiar, quizás porque tuvieron unos padres muy dominantes o de mucho carácter, con el tiempo aprendieron a callar y ceder y por supuesto no aprendieron a decir que “no” cuando lo que se les propone no les interesa y casi, por impulso dicen que si y acaban haciendo cosas que no desean.
También puede suceder que se trate de personas que han aprendido que lo que ellos desean no es importante, quizás no se les hacia demasiado caso cuando daban su opinión sobre las cosas, y por lo tanto acaban asumiendo que el criterio y opinión de los demás es más importante que el suyo y es mejor seguirlo que enfrentarse.
En cuanto a lo de enfrentarse y, quizás esta es la causa más común del impedimento para decir que “NO”. El temor al enfrentamiento con la otra persona si no accedes a sus deseos, el miedo a perder la relación o la amistad suele ser lo que hace que estas personas teman decir la palabra clave…”NO”. En este caso suele tratarse de personas que piensan que discutir o pelearse es terrible y valoran la paz por encima de sus propias necesidades, lo malo es que con el tiempo este comportamiento crea frustración y resentimiento hacia los demás porque tienen la sensación de que todo el mundo se aprovecha de ellos.
Otra postura puede ser la de “Si le digo que “no” pensará…que no le quiero, que no quiero ayudarle…etc” . En este caso es que la relación con la otra persona no está basada en la sinceridad pues en una relación auténtica, sea del tipo que sea, se respeta la libertad del otro de negarse a hacer algo puesto que es libre de elegir. Si uno no se siente libre de elegir decir si o “no” esta relación no es demasiado sana y evidentemente una de las partes sale perdiendo.
4. ¿QUÉ ERRORES ESTÁN COMETIENDO ESTAS PERSONAS?
Los razonamientos o creencias de los que hemos hablado anteriormente parten de dos errores fundamentales. En primer lugar creer que rechazar una petición es lo mismo que rechazar a la persona que la hace. Hay una gran diferencia entre rechazar una invitación y rechazar a la persona que la hace, no tiene nada que ver y si el otro se lo toma así es su problema.
En segundo lugar exagerar el hecho de que al otro le va a costar aceptar la negativa. La mayoría de la gente se conforma con una negativa sincera si se expresa adecuadamente incluso mejor que con una mala excusa. Muchas veces ayuda a profundizar en la relación puesto que la sinceridad da libertad para elegir, para expresar tus deseos, si quieres o “no” quieres hacer algo, y tus sentimientos y le permite volver a pedirnos algo otra vez sin resentimientos.
5. ¿ CÓMO PUEDEN EMPEZAR ESTAS PERSONAS A DECIR QUE “NO”?
Decir que “no” les costará bastante la primera vez porque significa enfrentarse a todos los miedos de los que hemos hablado antes, sobretodo al posible rechazo por parte de los demás y enfrentarse a los propios miedos siempre es difícil. Sin embargo, con la práctica cada vez resultará un poco más sencillo.
Cada situación requiere una respuesta diferente y es conveniente conocer distintas formas de negación apropiadas para casos distintos. A menudo la forma en que nos piden algo influye en nuestra manera de responder, por lo que es conveniente aprender a reconocer el tono de la solicitud. Por ejemplo, no daremos la misma respuesta a un vendedor que insiste que a un amigo con verdadera necesidad de ayuda.
A continuación voy a dar una serie de pautas para decir en serio que “no”:
1. SEA BREVE. Conteste con pocas palabras, sea directo y evite irse por las ramas justificándose como si estuviese haciendo algo malo.
2. SEA EDUCADO. Dele las gracias por su invitación ,por ejemplo: “Te agradezco que cuentes conmigo para lo del sábado pero no va a poder ser”.
3. NO PIERDA EL CONTROL. Mantenga la calma, hable pausadamente, no está haciendo nada malo.
4. SEA SINCERO. Frases sinceras como “Me cuesta mucho decirte esto pero…” pueden ayudarle a negarse al principio.
5. PRACTIQUE delante de un espejo sus frases y gestos negándose de formas distintas, luego póngalo en práctica.
También hay varios tipos de negación para distintas situaciones:
1. DECIR QUE “NO” SIMPLE Y LLANAMENTE
El objetivo es dar una negativa sin disculparse. La otra persona tiene un problema pero no vamos a permitir que lo cargue sobre nosotros. Sobretodo es eficaz con los vendedores pesados “No, no me interesa”.
2. “NO” REFLEXIVO
Se reflexiona sobre el contenido y las consecuencias de la petición para rechazarla luego sin titubeos: “Ya sé que las cartas son urgentes pero ahora no puedo ir a correos”.
3. “NO” RAZONADO
Se expone brevemente el auténtico motivo del rechazo: “No puedo echar las cartas al buzón esta tarde porque he quedado con un amigo”.
4. “NO” TEMPORAL
Consiste en negarse a satisfacer la petición en el momento pero deja la puerta abierta para otro más adecuado: “No puedo llevar las cartas esta tarde pero si mañana”.
5. “NO” INTERROGATIVO
No es definitivo, es una invitación a negociar: ¿Puedo llevar las cartas en otro momento?
6. “NO” REPETITIVO
Consiste en repetir una frase corta de negación una y otra vez:
_ No, no puedo ir a Correos
_ Venga mujer las cartas tienen que llegar mañana.
_ No, no puedo ir a Correos
Este sistema es muy recomendable con personas insistentes.