CÓMO MEJORAR LAS RELACIONES CON TUS PADRES

14 de julio de 2018

Durante la adolescencia es muy común tener desavenencias con los padres. Estamos en una etapa donde nuestro cuerpo está cambiando y los neurotransmisores como las hormonas están por todas partes lo que logra que todo nos moleste. Recuerda alguna ocasión -seguramente tienes más de una- donde en tu juventud creíste que estabas actuando bien con respecto a algo, pero ahora al mirar atrás te sientes avergonzado por tu comportamiento.

Todos tenemos historias así y no hay manera en que podamos cambiar las cosas que ocurrieron en el pasado así que lo mejor es soltarlas y no volver a actuar de esa manera en adelante. Cuando nos quedamos enganchados en las cosas que pasaron anteriormente el sentimiento de culpa puede hacerse presente y perjudicarnos. Asimismo, cuando en vez de concentrarte en el presente estás demasiado alerta y ansioso con respecto al futuro, la consecuencia será el estrés.

Si en este momento estás sufriendo de esa enfermedad que afecta a gran parte de la población en la actualidad debido al estilo de vida ajetreado que solemos tener, aprende en Gananci cómo quitar el estrés y empieza a disfrutar de una vida más plena y saludable.

Como mencionamos anteriormente, durante la adolescencia las diferencias con los padres suelen ser algo común, creemos que no nos comprenden, que no saben lo que estamos viviendo, que sus experiencias no son válidas, entre muchas otras creencias que pueden hacer que las relaciones se deterioren. Sin embargo, esta etapa de la vida pasa, las heridas se curan y al superarla podemos darnos cuenta de que -en su mayoría- los padres solo quieren lo mejor para sus hijos y hacen lo mejor que pueden.

El problema puede venir si aun después de finalizada la niñez y adolescencia, la relación con tus padres -o solo uno de ellos- que te criaron y con los compartiste tantas cosas, sigue colgando de una cuerda floja. Claro que no todas las relaciones son iguales y en muchos casos las personalidades chocan, pero esto no es razón para renunciar a algo que es beneficioso para ambas partes (en la mayoría de los casos).

Si te identificas con esa situación y aun después de adulto la relación con tu padre, madre o ambos no es particularmente ejemplar o es uno de los aspectos de tu vida con el que no te sientes completamente satisfecho, mira las siguientes recomendaciones o consejos para que puedas mejorar esta área que aunque muchas veces no queramos admitirlo, sí es importante:

1.- Quítate la culpa: como dijimos, no hay nada que puedas hacer para cambiar las cosas que ya ocurrieron. Lo que sí puedes hacer es tomar eso como aprendizaje de las cosas que no quieres volver a repetir.

Si en el pasado tu comportamiento no fue el mejor para con tus padres, pide disculpas y demuestra con tu actitud que quieres hacer las cosas bien esta vez. Pero no te quedes enganchado en los sentimientos de culpa porque se pueden volver un ciclo que no es nada sano repetir. Puede que quizá tus padres te sigan señalando por asuntos viejos sin resolver, pero si te perdonas tú mismo primero y podrás trabajar mejor con ellos para que también puedan superarlo.

2.- Perdona: este es un punto muy importante en cualquier relación que esté maltratada. Si no logras perdonar a los involucrados será muy difícil que puedas hacer algo para mejorar esa relación ya que siempre estarán presentes esos sentimientos de rencor y otras emociones negativas.

Perdonar no es fácil y las personas que digan eso porque lo han sentido de esa manera son muy afortunada, pero los procesos de todos no son iguales, así que si se te dificulta, no tienes por qué sentirte mal, es algo que la mayoría del tiempo no ocurre de la noche a la mañana. Lo mejor que puedes hacer es no forzarte, sino hacerte consciente de que puede que necesites pedir ayuda, lo cual no es síntoma de debilidad sino de decisión.

3.- Trata de ser empático: esfuérzate por escuchar a tus padres y ponerte en sus zapatos. Deja de escuchar desde tus propios prejuicios y creencias. Trata de hacerlo desde el entendimiento y comprendiendo que tu percepción y creencias no son las únicas válidas en el mundo.

Cuando eres capaz de sentir empatía por los demás tendrás a tu disposición una excelente herramienta para mejorar las relaciones no solamente con tus padres, sino con cualquier persona con la que lo requieras.

En este aspecto es fundamental poner de tu parte. Si quieres que la relación cambie de forma positiva deberás hacer todo lo que está en tus manos para demostrar que te importa y que estás involucrado en el cambio, no solo esperando que sea la otra parte la que de los pasos. Necesitas formar parte activa para lograrlo.

4.- Dedica tiempo: para construir una relación sana se requiere tiempo para que exista confianza. Esto no se logra al azar ni por casualidad. Se requiere disposición para hacerlo, comienza llamándoles e interesándote por saber de ellos y poco a poco ve escalando hasta que puedan verse para actividades cotidianas.

A veces la relación con los padres se desmejora no porque alguna de las partes haya cometido algún error grave o algo por el estilo, sino que simplemente la enfría la falta de disposición, todas las responsabilidades que la adultez conlleva, entre otras cosas. Pero si agregas en tu agenda de pendientes actividades con tus padres, lo más probable es que logres hacerlas. Más que organización se trata de prioridades y disposición.

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