EL COMPROMISO, CUANDO LLEGA LA HORA

16 de enero de 2012

¿POR QUÉ CAUSAS EL COMPROMISO DE PAREJA RESULTA TAN ESTRESANTE QUE ALGUNOS NO PUEDEN SOPORTARLO? ¿EXISTE EL MIEDO AL COMPROMISO?

Estresante significa foco de angustia, de tensión. El iniciar una convivencia del tipo que sea implica varios factores a tener en cuenta:

  • Compartís vivienda y camino en la vida pero el otro no es una copia de ti, tiene sus propias costumbres y manera de ordenar sus cosas y llevar su vida. 
  • Cuando convives con la pareja también tienes que saber que tiene una familia detrás a la que debes tolerar aunque no te guste pues es su familia. 
  • Convivir no es “jugar a las casitas” sino también discutir y negociar los puntos de conflicto y al principio son bastantes.

¿CUALES PODRÍAN SER LAS CAUSAS DE QUE ALGUNAS CONVIVENCIAS FRACASEN?

La causa principal es que, en ocasiones se inicia la convivencia o el matrimonio por causas erróneas como por ejemplo:

  •  Embarazo no deseado: La mayor parte de los matrimonios “de penalti” salen mal tarde o temprano porque la decisión de convivencia no fue libre y negociada sino condicionada por la llegada del bebé.
  • Sentimientos de soledad: Casarse no soluciona los problemas de soledad. Si tu relación no es lo que querías puedes sentirte aún más solo que antes.
  • Aburrimiento en la relación: Muchas parejas llegan a un estado de hastío y aburrimiento que intentan solucionar haciendo planes de convivencia. Es aquello de “todo se arreglara cuando nos casemos” y, mientras que están comprando un piso, arreglándolo y preparando la boda no se paran a meditar qué está pasando con su relación.  Pero cuando todos los preparativos se acaban y tienes al otro frente a frente vuelve de nuevo el aburrimiento. Nuestro consejo es “Si tu relación va mal no te cases, háblalo con tu pareja, puede que aún estés a tiempo de no cometer un error importante”. A veces es mejor romper a tiempo que llevar una relación que no te llena.
  • Presiones sociales y familiares: En ocasiones es la familia o el entorno el que presiona para el matrimonio “A ver cuándo te casas…” “Ya tienes edad de sentar la cabeza…” y frases por un estilo son la “comidilla” de cada día cuando pasas de los 25. La sociedad aún conservadora presiona para la creación de nuevas familias. Las personas que no pueden soportar la presión acaban formando un matrimonio que no deseaban realmente sino que se dedican a seguir una presión social. En otras ocasiones la presión es de la propia familia cuando ve que la pareja joven tarda en decidirse y aconsejan el matrimonio, incluso les buscan piso, etc. Pero si tú crees que aún no es el momento, que no conoces bastante a tu pareja… es mejor esperar.

¿QUÉ ES CONVENIENTE SABER A LA HORA DE LA CONVIVENCIA?

Dejando claros los puntos anteriores es importante además resaltar varias cuestiones:

Los problemas no se solucionan solos: Cierto, el cariño no basta para solucionar problemas que hay que negociar hablando. Igual que no se llena sola la lavadora ni se tiende la ropa sola tampoco se solucionan los problemas dejándolos pasar, hablarlos puede provocar una discusión pero callarlos es aún peor.

Es muy importante quejarse de lo que no te gusta antes que guardarlo. Cuanto más cosas te guardes será peor porque irá aumentando poco a poco la pelota del resentimiento y esta acabará destrozando la relación. Esto sucede cuando te peleas con alguien y le sacas o le reprochas cosas que hizo mal hace tres años…esa persona ya no puede hacer nada, quizás lo hubiera hecho si se lo hubieras dicho hace tres años y no te lo hubieras guardado tanto tiempo acumulándolo en forma de resentimiento y dolor.

No discutas en la cama: La cama es un lugar para dormir o hacer el amor, el dormitorio debe ser un lugar sagrado de relax y no de discusión. Cuando tengas que hablar de problemas conyugales no elijas la cama sino cualquier otro lugar de la casa o una cafetería. Si tu lecho conyugal se convierte en una sala de disputas se llenará de vibraciones negativas que no te ayudarán mucho a mejorar tu vida sexual. Algunos expertos dicen que también es importante no irse a la cama enfadado sino hablar lo que sea antes de ir a dormir pero el caso es que cuando es tarde y al día siguiente hay que madrugar a veces es necesario posponer el diálogo y también puede ser adecuado si el ambiente está muy cargado y podríamos decir cosas que no sentimos. En ocasiones es  mejor posponerlo para un momento en el que estemos más calmados y podamos hablarlo con calma.

No comentes tus problemas conyugales con tu familia: Las parejas pasan mucho tiempo discutiendo al principio de la relación pero luego se arreglan y “tan contentos” pero si le comentas a tu madre lo egoísta que es tu marido cuando estás enfadada con él seguramente no le perdonará aunque tú lo hagas. Y no lo hará porque es tu madre y sólo ve lo que tú le cuentas y se pondrá, naturalmente de tu parte. Cuando tu marido o tú rectificáis y se arregla el problema tu madre no está presente y sólo recordará la cara de disgusto que tú tenías el día que se lo contaste. Evidentemente esto enturbiará las relaciones entre tu marido y tu madre y luego te tirarás de los pelos por habérselo contado. Si tienes necesidad de desahogarte y no te basta con decírselo a él puedes hacerlo con una buena amiga o buscar un psicólogo que te ayude a ver otros puntos de vista sobre la cuestión.

La clave está en la negociación; Negociar es poner en la mesa los deseos de uno y del otro e intentar llegar a una resolución satisfactoria para ambos. A veces es imposible y uno de los dos tendrá que ceder, se supone que debería ceder el que menos pierde en la cuestión pero el otro tendrá que tenerlo en cuenta porque posteriormente tendrá que ser capaz de ceder también. Es importante saber que no siempre se pueden hallar soluciones “a gusto de todos” sino que a veces hay que saber comprender, tolerar y ceder aunque no nos guste, en esto consiste también la convivencia. Si no quieres ceder es mejor que vivas solo, serás más feliz. Sin embargo la cuestión de ceder tiene que ser un “toma y daca” no debería ceder siempre el mismo pues con el tiempo sentirá que al otro no le importa la relación.

Respeta el espacio del otro: Puede que tu odies que esté cada viernes viendo el fútbol por la tele cuando podríais hacer algo juntos pero si ver el partido forma parte de sus “hobbies” hay que respetar este espacio privado. Seguramente tú también tienes tu espacio cuando sales con tus amigas o te encierras a leer tu libro favorito mientras él hace cualquier otra cosa. Convivir no significa ser iguales, cada uno puede tener sus gustos y aficiones diferentes que hay que respetar. Es importante tener algo más que el trabajo y la relación de pareja, tener otros intereses u otras relaciones enriquece a la persona y si la persona se siente bien aportará positividad a la pareja, si te sientes frustrado y mal contigo mismo la relación de pareja también se resentirá.

SI INTENTAS COMUNICAR…HABLAR LAS COSAS CON TU PAREJA PERO NO TE ESCUCHA O NO LLEGÁIS A UN ACUERDO… ¿QUÉ SE PUEDE HACER?

Si la relación se ha deteriorado tanto que tu pareja no tiene interés en escuchar lo que piensas o lo que sientes vamos mal pero puede hacerse un nuevo intento si los dos ponen algo de su parte y aún queda algo de cariño entre ambos. 

A veces hay parejas que están juntas no porque se quieran sino porque se necesitan (para no sentirse solos) o porque se han acostumbrado, pero son dos completos desconocidos el uno para el otro, ya no es una relación de pareja sino un acuerdo de convivencia que, a veces, incluso funciona. 

La salida que podemos encontrar es la terapia de pareja en la cual los miembros de la pareja pueden aprender y mejorar sus hábitos de comunicación. Es sorprendente cuantos malentendidos en la pareja se solucionan con un adecuado entrenamiento en hábitos de comunicación. Los hombres y las mujeres vemos las cosas de forma diferente y tenemos estilos distintos a la hora de comunicar que es necesario conocer.

En la terapia se fomenta un contexto de sinceridad y comunicación que, a veces, en casa no es posible. Tener delante a un psicólogo experto en el tema que no culpa a ninguno de los dos sino que intenta averiguar qué funciona mal y ayudar a la pareja hace que los miembros se relajen, no hay culpables, los dos están haciendo algo mal y se unen para solucionarlo. A veces la terapia de pareja puede servir para que el matrimonio se dé cuenta de que no son compatibles, no tienen nada en común y lo mejor para ambos sería la ruptura y tampoco es tan terrible…en ocasiones, romper puede ser lo mejor para los dos.

Lecturas recomendadas:

Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus: John Gray. Edit. Grijalbo.

¿Eres mi media naranja?: Bárbara de Angelis: Edit. Grijalbo.

Secretos de los hombres que toda mujer debería saber: Bárbara de Angelis;Edit.Grijalbo.

El camino del encuentro, Jorge Bucay. Edit: Debolsillo

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