LA AUTOESTIMA, SE PUEDE MEJORAR O ES UN MITO?

26 de enero de 2012

La Autoestima es un concepto que tiene que ver con la sensación fundamental de eficacia y con un sentido también fundamental de mérito, de sentirse digno en principio.

Se puede entender como una suma de confianza y de respeto hacia uno mismo; ¿en qué sentido?, pues en el sentido de poseer unas creencias y unos valores propios y al mismo tiempo de sentir que tenemos poder para obrar de acuerdo a estas creencias y valores, y algo tan importante como el sentirse libre de poder expresarlos, de poder decir: esto es en lo que creo y defenderlo.
También es importante a la hora de conseguir objetivos, metas que la misma persona se ha propuesto como un proyecto de vida, hacia dónde desea que su camino avance. La persona se puede preguntar: ¿soy competente para elegir, para señalar y decidir el curso de mi vida, para satisfacer mis necesidades?, ¿es posible que sea feliz? ¿es posible que resulte digno de ser amado o que sea tratado con respeto?, o que a mis allegados les importe lo que yo deseo y necesito?
Es como si hiciésemos una evaluación de nuestra propia conciencia, de nuestra persona, en definitiva. No debemos confundirlo con la evaluación de éxitos o fracasos, ni con nuestros conocimientos o habilidades, con lo que sabemos hacer. Por ejemplo: puedo estar muy segura de mí misma pero a veces sentirme insegura de mis capacidades en una situación determinada, como desenvolverme con soltura en un trabajo de tipo manual (porque quizá soy más hábil en trabajos más intelectuales). Y al revés también sucede: puedo desenvolverme muy bien en un trabajo determinado y aún así ser insegura en mi interior. También puedo ser amada por todo el mundo y no amarme a mí misma. Puede que haya obtenido grandes éxitos y sentirme un fracaso.
Tener una Autoestima adecuada significa sentirse competente para vivir y eso significa tener confianza en que nuestra mente funciona. Es sentir que merezco vivir, es decir, que tengo una actitud afirmativa hacia el propio derecho de vivir y de ser feliz. Así, como contraposición, tener una baja autoestima es sentirse inapropiado, inadecuado como persona, es un sentimiento de incapacidad y de desmerecimiento. Cuando una persona se evalúa a sí misma de forma negativa, le será más fácil fracasar que triunfar, en cambio, si tiene una actitud positiva intentará enfrentarse a desafíos difíciles o complejos porque tiene una sensación de eficacia y por tanto habrá más posibilidades de triunfar que de fracasar.
Así pues, hablamos de autoestima cuando existe una coherencia entre lo que pensamos, es decir, nuestras convicciones, y entre lo que sentimos y hacemos, lo que obramos en consecuencia.

¿QUÉ DIFERENCIAS EXISTEN ENTRE LA AUTOESTIMA EN HOMBRES Y LA AUTOESTIMA EN MUJERES?

En el hombre la Autoestima va ligada, por un lado, al trabajo, en el sentido de que para él es muy importante este ámbito con la finalidad de conseguir un prestigio, una posición social, ser valorado como persona que desempeña una labor, por ello también la sensación de organizar, de poder rendir al máximo y obtener resultados positivos, es decir, que en el hombre la Autoestima va ligada a la acción, a la producción, y por supuesto a la responsabilidad. En cuanto al ámbito familiar y relacionado con esa responsabilidad su afán reside en hacer felices a los miembros de su familia, y para conseguirlo será importante poseer un estatus, un nivel económico favorable y unos bienes materiales como una casa, un coche,…
En la mujer, en cambio, la Autoestima tiene que ver más con las relaciones personales, sus amistades, su pareja, sus hijos. Si sus expectativas en este sentido están cubiertas su Autoestima se elevará. En ella es una autoestima ligada a las relaciones humanas, a los sentimientos en el sentido de ser y sentirse amada, querida por los suyos, es decir, el afecto en la mujer es uno de los pilares para que su autoestima se vea reafirmada. Y, claro está, en la actualidad también el ámbito laboral tiene su importancia, ya que cada vez más estamos consiguiendo puestos de mayor relevancia, y eso nos hace vernos más eficaces, más valoradas fuera de la familia y redundará en ese sentimiento de confianza y respeto por nosotras mismas.

¿PORQUE DISMINUYE LA AUTOESTIMA EN LOS HOMBRES? ¿Y EN LAS MUJERES?

1) En los HOMBRES:
– Ante comentarios o situaciones que les hacen creer que ellos no cumplen con sus responsabilidades (p.ej., que no cumplen con sus tareas en el trabajo, que no hacen felices a los suyos, que se han equivocado en algo que les incumbía)
– No conseguir un objetivo o meta que se habían propuesto (sobre todo en el ámbito laboral o en su carrera profesional).
– Perder en una lucha, sea física o simbólica (es decir sentirse perdedor en esa situación) con sus consecuencias: sentirse inferior, menos potente o poderoso; perder poder o estatus frente a los demás (sobretodo ante los otros hombres), por ej., en el trabajo, en una discusión, en una lucha por ganarse el afecto de una mujer, etc.
– Cualquier situación (comentario, gesto, etc.) que ponga en duda o cuestione su identidad sexual; p. ej. insultos del tipo «maricón, mariquita» en el caso de hombres heterosexuales.
– Cualquier situación que cuestione su masculinidad (entendida como fuerza o potencia física, fortaleza, entereza moral, rendimiento en diferentes ámbitos, capacidades amatorias «de ser un buen amante», etc.).
2) En la MUJER:
– Cuando no cumple (al 100%) con los roles sociales establecidos: de esposa, madre o ama de casa.
– Cuando no se siente atractiva para los hombres o bien es rechazada por ellos como mujer (p. ej., el marido, novio, compañero no nota que ella ha ido a la peluquería, o se ha vestido de modo diferente; él no hace ningún comentario o cumplido al respecto).
– No se siente aceptada, valorada por su entorno (sobretodo por las persona que son significativas para ella: su pareja, sus amigos/as, su compañeros/as de trabajo, su jefe, etc.)
– Cuando estas mismas personas significativas no se tienen con ellas detalles que entrañan afecto y reconocimiento (acordarse de su santo o cumpleaños y felicitarla, hacerle regalos o obsequios, por ejemplo que su pareja les regale un libro, una postal dedicada, un ramo de flores: ella valora estos objetos no tanto por su valor material sino como signo del afecto que el otro tiene respecto ella).
– En la actualidad, dado que la mujer ha accedido al mundo de los estudios y laboral: en no conseguir objetivos o metas de formación (hacer una carrera, p.ej.), o bien laborales (poder dedicarse a la profesión que uno quiere y se ha formado).

¿CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA?

LOS PILARES DE LA AUTOESTIMA POSITIVA:
Primer Pilar) La intención de tomar conciencia, la voluntad de comprender:
Es decir, empezar a autoafirmarse consiste en afirmar la propia conciencia, en ver e intentar integrar lo que vemos, en oír e intentar asumir lo que oímos: de responder a la vida activamente y no de un modo pasivo.
Paralelamente a esta voluntad de comprender lo que ocurre a mi alrededor, lo que me ocurre a mí, está la voluntad de ser eficaz. La voluntad de ser eficaz significa ser perseverante ante las dificultades: continuar buscando comprensión cuando ésta no se obtiene fácilmente, perseguir la mejora de una habilidad o la solución de un problema frente a los fracasos, mantener firmes los propósitos cuando se presentan dificultades en el camino. Es decir la voluntad de ser eficaz consiste en negarse a identificar nuestro yo con sensaciones momentáneas de impotencia y fracaso.
Por ejemplo, tener la voluntad de ser eficaz no significa que neguemos o rehacemos sentimientos de ineficacia cuando éstos surgen, sino que no los aceptemos como permanentes: Podemos sentirnos temporalmente ineptos sin creernos que «somos unos ineptos», podemos sentirnos temporalmente derrotados sin creernos que «somos unos derrotados», es decir, mantenemos la certeza de que «mi persona puede más que mis problemas», «que yo no soy mis problemas», que «la visión que tenemos de nosotros mismos, de nuestra vida trasciende los sentimientos negativos que tenemos en ese momento».
Cuestión: ¿puede una persona tener una inteligencia modesta y gozar de buena autoestima? La respuesta es sí, ciertamente, porque la autoestima no depende del grado de inteligencia de uno sino de la manera en que uno usa su conciencia: por ej., en las elecciones que hacemos respecto a tomar o no conciencia de las cosas y de nosotros mismos, de la honestidad de nuestra relación con la realidad, el nivel de nuestra integridad personal.
2º Pilar: la independencia intelectual:
Es decir, tratar de comprender las cosas por nosotros mismo, de pensar por nosotros mismos, de juzgar por nosotros mismos, no dejarse llevar por las opiniones de los demás.
Para aumentar la autoestima es necesario pensar con independencia sobre nuestro trabajo, nuestras relaciones, los valores que guían nuestra vida, la metas que nos proponemos, etc.
Hay que tener en cuenta que la autoestima no es un legado o herencia: se adquiere, y una de las maneras en que se obtiene es justamente en el ejercicio de pensar independientemente cuando quizá no se tan difícil hacerlo, cuando hasta puede asustar, cuando se está luchando contra sentimientos de inseguridad y se elige continuar de todos modos, pues ciertamente, no siempre resulta fácil defender nuestros juicios: hay momentos donde es muy difícil, donde soportamos presiones en contra, donde tenemos que hacer frente a la ansiedad porque queremos mantener una postura independiente contraria a la de la mayoría o a la de la gente de nuestro entorno.
Ejemplo: Cuando un niño descubre que sus percepciones, sentimientos o juicios se contraponen a los de sus padres u otros miembros de su familia y surge el dilema o disyuntiva de atender la voz de sí mismo y expresarla y actuar a de acuerdo a ella o bien de rechazarla en beneficio de la de los demás.
Así, cuanto mayor sea el nivel de independencia que tengamos y cuanto más dispuestos estemos a pensar por nuestra cuenta, mayor será el nivel de autoestima que alcancemos.
3º pilar) La integridad personal:
Es cuando lo que piensas, lo que sientes y lo que haces están en sintonía.
Significa la integración de convicciones, normas, creencias y comportamiento, es decir, cuando nuestra acción y nuestra filosofía van de la mano tenemos integridad. En cambio, cuando nos comportamos de modos que se contraponen a nuestros juicios acerca de lo que es adecuado, nos desprestigiamos a nuestros ojos, nos respetamos menos. Y si esto lo hacemos habitualmente terminamos por perder la confianza en nosotros mismos.
Pero, ciertamente no siempre resulta tan simple vivir de acuerdo a nuestras normas, entonces ¿qué pasa si nuestras normas están equivocadas o son irracionales?
Por ejemplo, ciertas enseñanzas éticas o religiosas condenan el sexo, el placer, el cuerpo, la ambición, el éxito material, etc. Esta aceptación de normas que niegan la vida constituye un enorme problema, y si en algún momento de nuestra vida comprobamos que seguir alguna de esas normas que hemos hecho nuestras nos conduce al malestar, sufrimiento o autodestrucción, entonces ha llegado el momento de cuestionar nuestros modelos, en vez de resignarnos a vivir sin integridad. Debemos tener el coraje de cuestionarnos y desafiar alguna de las ideas más arraigadas que tenemos acerca de lo que se nos enseñó a considerar como bueno o malo.
Por ej. conflictos como las mujeres que luchan con los dilemas creados por la iglesia católica con respecto a la medidas de control de la natalidad y del aborto o bien los jóvenes que se debaten entre cumplir el servicio militar o escapar de él.
Es importante señalar que estos conflictos y la manera en que se resuelven o dejan de resolverse afectan la calidad de la autoestima porque se ve afectada la manera en que se vive la integridad.
4º pilar) La responsabilidad
Como orientación básica de la vida: es decir, ser responsable de nuestras elecciones y acciones. No responsabilidad como blanco de la culpa moral, sino responsable como agente causal principal en mi vida y mi comportamiento. También la responsabilidad significa aceptación de nuestra soledad básica y aceptación de la responsabilidad de lograr nuestros propios objetivos.
Por ej., en lugar de lamentarse «¿por qué soy tan pasivo?» aprender a preguntarse «¿Por qué y cómo me obligo a ser tan pasivo?», «¿qué me digo para mantenerme tan pasivo?; en lugar de «nadie me comprende» aprender a preguntarse «¿por qué y de qué manera hago que a la gente le cueste comprenderme?. En vez de «¿Por qué las mujeres se alejan de mí?» preguntarse «¿por qué y de qué modo siempre consigo que las mujeres se alejen de mí?.
Esto no quiere decir que seamos responsables de todo lo que pueda pasarnos en la vida: ciertamente podemos sufrir como consecuencia de un accidente o por culpa de otros pero hay que subrayar que la propia responsabilidad es indispensable para una buena autoestima; y el hecho de evitar la responsabilidad nos convierte en víctimas de nuestra propia vida: nos deja indefensos y con la sensación o creencia de «que todo me pasa a mí» y que yo no tengo que ver nada con lo que me pasa.
Otros aspectos de la autoestima:
– Depende de algo interior no de los éxitos o fracasos externos o sociales como “estar delgada”, tener un televisor más grande, una esposa bonita…
– se relaciona con la AUTOACEPTACIÓN:
Aceptarse a uno mismo no significa no desear cambiar, mejorar o evolucionar. Significa no estar con guerra con nosotros mismos: aceptar el hecho de que lo que pensamos, sentimos y hacemos son expresiones de nuestro yo en el momento en que se producen.
Pero para aceptar lo que soy, es necesario que contemple mi propia experiencia con una actitud que pase de la aprobación o desaprobación propia o de los demás, hay que contemplarse con el deseo de darse cuenta.
La autoaceptación nace del sentirse una criatura viva, consciente, con derecho a vivir, es un acto de afirmación primario, que existe antes de cualquier racionalidad o moralidad.
Y precisamente es una actitud de autoaceptación lo que todo buen terapeuta se propone y desea despertar en la persona que presente la más baja autoestima. Es necesario aceptarse para poder explorar, comprender, afrontar y cambiar con los que uno teme encontrar dentro de sí, sin caer en el odio hacia uno mismo, ni repudiar el valor de su persona, ni renunciar a la voluntad de vivir. De manera que es posible que una persona no se sienta conforme con tener una baja autoestima y aceptarlo juntamente con las inseguridades y sentimientos de culpa: «Los acepto como parte de cómo me veo en est momento»
la autoaceptación es incondicional, mientras que la autoestima no lo es ni puede serlo.
RELACIÓN ENTRE AUTOACEPTACIÓN Y AUTOESTIMA:
Si puedo aceptar que soy quien soy, que siento lo que siento, que hice lo que hice. Si puedo aceptarlo, me guste o no, puedo aceptarme a mi mismo. Puedo aceptar mis defectos, mis dudas, mi baja autoestima. Entonces ya no lucho contra mí, ya no torturo mi conciencia, puedo empezar a relajarme, a sentir que «en este momento de mi vida, esto es parte de mi persona», puedo aproximarme a ello, explorarlo sin sentir miedo, rabia, asco, pena, irritación, puedo intentar comprenderlo y sentar las bases para un cambio o evolución personal, que aumenten mi autoestima.
Lecturas Recomendadas:

El camino de la autodependencia, Jorge Bucay. 

Pensar bien, sentirse bien, Walter Riso.

El camino de la felicidad, Jorge Bucay.

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